Las microfranquicias generalmente se encuentran muy vinculadas e identificadas con actividades lucrativas, sin embargo, para entender cómo funcionan y su campo de aplicación es importante regresar a una definición base.
La microfranquicia es un modelo que ha sido probado y sistematizado en el cual, hay un microfranquiciador -dueño del modelo- que tiene la experiencia y conocimiento sobre su operación, así mismo la marca de su modelo, preparado para otorgarlo a nuevos emprendedores -microfranquiciados- o beneficiarios de restringidas oportunidades.
Generalmente, estos modelos de microfranquicias están vinculados a temas de salud y educación. Nacen de programas o proyectos exitosos que han sido desarrollados por instituciones de Gobierno, Organizaciones No Gubernamentales y diferentes empresas por medio de sus áreas de Responsabilidad Social.
Seguramente hemos conocido algunos ejemplos de estos programas por los diferentes medios de comunicación, al conocerlos, sin lugar a duda, se puede cuestionar: ¿Porqué no implementar este programa/proyecto en X comunidad/región/país?.
Con esta interrogante se presenta la opción de utilizar el modelo de microfranquicia social, en la cual, el dueño de la metodología y know how del programa es el microfranquiciador, a la persona u organización a la que se otorga el modelo es el microfranquiciado, los que obtienen directamente las ventajas del programa son los «beneficiarios» y al programa/proyecto se le crea una marca que usualmente tiene que ver con el nombre del programa/proyecto.
Las diferentes organizaciones públicas o privadas que han tenido la oportunidad de implementar programas con resultados exitosos, pueden utilizar este modelo para replicar las ventajas que ofrecen a nuevos beneficiarios.
El otorgamiento de estos programas a otras personas u organizaciones pueden ser realizado con las opciones siguientes:
Opción 1. Implementación del programa en otra región por el mismo microfranquiciador. Por medio de la inversión de la microfranquicia -programa- por parte de una organización interesada en el desarrollo de esta región o comunidad, se procede a la réplica de la experiencia cuantificando a los beneficiarios del mismo para la presentación de resultados.
Opción 2. Inversión de la microfranquicia por parte de otra organización o persona individual. Al potencial microfranquiciado se le otorga la microfranquicia que, entre otros aspectos incluye: el uso de marca, capacitación y la asistencia técnica en la implementación. En este caso, el microfranquiciado se encarga de la implementación del programa y cuantifica y comparte los resultados con el microfranquiciador sobre los beneficios alcanzados.
Opción 3. Inversión por parte de una organización en la microfranquicia y la implementación es llevada a cabo por un grupo de beneficiarios. En este caso, el grupo de beneficiarios pasa a ser el microfranquiciado por medio de un representante establecido por el grupo, siendo el grupo quien recibe toda la transferencia y asistencia técnica para la implementación del programa.
En las diferentes opciones se observa que puede variar la fuente de financiamiento de la microfranquicia y quien implementa la misma. Otro aspecto muy importante es la claridad entre el microfranquiciado y beneficiario, que para el modelo no es lo mismo y el microfranquiciador lo tiene muy bien definido.
En cualquiera de la opciones mencionadas, lo más importante es contar con los mecanismos que permitan realizar la réplica de los programas y llevar los beneficios que los mismos tienen a diferentes personas, que generalmente, pertenecen a la base de la pirámide.
En los artículos siguientes se presentará el comparativo de la microfranquicia social y el emprendimiento social con algunos ejemplos, que sin duda, son dos cosas muy diferentes.